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Guías para el ahorro energético 10 de agosto de 2025

Calefactor ahorrador de energía: ¿existe? Guía y trucos

Redacción Redacción
Última actualización Actualización: 10 de agosto de 2025
En pocas palabras

Cuando llega el frío, un calefactor eléctrico parece la solución más rápida y sencilla para calentar una habitación. Pero, ¿existe realmente un calefactor ahorrador de energía? Voy a ser muy directo contigo: no, al menos no como nos lo imaginamos. No obstante, hay tecnologías más eficientes que otras y, sobre todo, trucos para usarlos de forma inteligente.

Por qué un calefactor eléctrico no puede ser “ahorrador”

La razón es muy simple. Cualquier calefactor eléctrico, sea del tipo que sea, funciona convirtiendo electricidad en calor a través de una resistencia.

Este proceso tiene una eficiencia del 100%, lo que significa que por cada kilovatio (kW) de luz que consume, genera 1 kW de calor. Esto, que puede sonar bien, es en realidad muy ineficiente y caro si lo comparamos con otros sistemas como la aerotermia, que pueden generar 4 kW de calor por cada 1 kW de electricidad.

A mi parecer, el concepto de ahorro de energía cuando hablamos de calefactores no debe entenderse como que consuma poco, sino más bien el elegir la tecnología adecuada para cada uso y utilizarla el menor tiempo posible.

Tipos de calefactores: ¿cuál es el más “ahorrador” para cada situación?

Aquí está la clave. No es lo mismo calentar un baño en 5 minutos que mantener una temperatura agradable en un despacho durante horas. Te diría que eligieras así:

  • Para un calor rápido e instantáneo (ej: un baño): un calefactor cerámico o un termoventilador. Son los que más rápido calientan el aire de una estancia pequeña. Su consumo es alto, pero lo usas durante muy poco tiempo.
  • Para mantener el calor en una habitación (ej: un dormitorio): un radiador de aceite o un emisor térmico. Tardan más en calentarse, pero gracias a su inercia térmica, conservan el calor durante mucho más tiempo, incluso después de apagados. Su consumo es más sostenido y eficiente para usos prolongados.
  • Para calentar una zona muy concreta (ej: tus pies bajo el escritorio): un calefactor halógeno o de infrarrojos. No calientan el aire, sino que calientan directamente los objetos y personas a los que apuntan. Son ideales para un calor muy localizado.

Mi recomendación personal

Si tuviera que elegir un solo calefactor eléctrico ahorrador de energía para un uso polivalente, yo me decantaría por un buen calefactor cerámico con termostato. Calienta rápido para momentos puntuales y el termostato permite que se apague al alcanzar la temperatura deseada, evitando que esté consumiendo sin parar.

Trucos para un ahorro energético real con tu calefactor

Independientemente del modelo que tengas, estos consejos son universales para no llevarte un susto en la factura:

  • Úsalo solo en estancias pequeñas y cerradas. Un calefactor no está diseñado para calentar un salón grande y abierto. Cierra siempre la puerta de la habitación que quieres calentar.
  • El termostato es tu mejor amigo. Si tu calefactor tiene termostato, úsalo. Fíjalo a 20-21°C. Evitará que la habitación se sobrecaliente y que el aparato consuma innecesariamente.
  • No lo uses para secar la ropa. Es una práctica peligrosa (riesgo de incendio) y terriblemente ineficiente. El consumo se dispara.
  • Es un apoyo, no el sistema principal. El mejor consejo sobre el ahorro con un calefactor es entender que es una solución de apoyo para momentos concretos, no un sistema de calefacción para toda la casa.

Preguntas frecuentes sobre calefactores ahorradores

¿Un calefactor de 1500W gasta menos que uno de 2000W?

Sí, a máxima potencia, el de 1500W consume menos. Sin embargo, tardará más en calentar la misma habitación. Si ambos tienen termostato, una vez alcanzada la temperatura, el consumo para mantenerla será similar. La clave no es solo la potencia, sino la rapidez con la que calienta y cómo mantiene el calor.

¿Existen calefactores de "bajo consumo"?

Es un término de marketing que puede ser engañoso. Como hemos visto, todos los calefactores eléctricos tienen la misma eficiencia. Un calefactor de "bajo consumo" suele referirse a un emisor térmico o un radiador de aceite, que son más eficientes para mantener el calor, o a modelos de baja potencia (600-800W) pensados para espacios muy pequeños.