Es una de las preguntas más repetidas cada invierno: ¿cerrar los radiadores de las habitaciones que no utilizo ahorra gas? La respuesta corta y directa es un sí rotundo. Es uno de los gestos más efectivos que puedes hacer para reducir tu factura de calefacción. Ahora te voy a explicar por qué funciona y cómo debes hacerlo para que el ahorro sea máximo.
Por qué cerrar radiadores ahorra calefacción: la lógica del circuito
Para entenderlo, tienes que visualizar tu sistema de calefacción como un circuito de agua caliente. La caldera calienta el agua y una bomba la impulsa para que recorra todos los radiadores de la casa. Si tú cierras un radiador, básicamente haces que ese agua caliente “se salte” ese radiador. De esta forma ocurren dos cosas que te benefician:
- Reduces el volumen de agua a calentar: como el circuito se acorta, la caldera necesita menos tiempo y menos gas para calentar todo el agua que circula.
- Reduces los metros cúbicos a climatizar: al no emitir calor en esa habitación, no le estás pidiendo a tu sistema que la caliente.
A mi parecer, es muy simple: menos trabajo para la caldera significa menos combustible quemado y, por tanto, más ahorro en tu factura.
Cómo apagar los radiadores para ahorrar gas de forma correcta
Cerrar el radiador es fácil, pero para hacerlo bien y maximizar el ahorro, yo te recomiendo seguir estos pasos:
- Cierra la llave del radiador por completo: gira la maneta o el cabezal termostático hasta la posición de cerrado o el símbolo de asterisco (*).
- Cierra la puerta de esa habitación: este paso es fundamental. De nada sirve cerrar el radiador si dejas la puerta abierta. El calor de las estancias contiguas se “escapará” hacia la habitación fría, obligando al resto de radiadores a trabajar más para mantener la temperatura.
- No cierres todos los radiadores: nunca debes cerrar todos los radiadores de la casa. La caldera necesita un circuito mínimo por el que mover el agua. Como norma general, no se recomienda cerrar más del 40-50% de los radiadores de la instalación.
Cuidado con las válvulas termostáticas
Si tienes cabezales termostáticos (los que tienen números del 1 al 5), no es necesario cerrarlos del todo. Puedes ponerlos en la posición 1 o 2. Esto hará que el radiador solo se encienda si la temperatura de esa habitación baja muchísimo (por ejemplo, a 15-16°C), funcionando como un sistema anti-congelación y evitando que la estancia se quede gélida, lo que podría afectar a las habitaciones de al lado.
Es una forma más “suave” de ahorrar calefacción cerrando radiadores.
Preguntas frecuentes sobre cerrar radiadores para ahorrar
¿Es malo para la caldera o la instalación cerrar radiadores?
▲No, siempre que no cierres demasiados. Los sistemas de calefacción modernos están preparados para ello y tienen mecanismos de seguridad como una válvula de sobrepresión. Mientras dejes al menos la mitad de los radiadores abiertos, la instalación no sufrirá ningún daño.
¿Cuánto se ahorra realmente cerrando radiadores?
▼El ahorro es difícil de cuantificar exactamente porque depende de muchos factores (tamaño de la habitación, aislamiento, etc.), pero se estima que por cada radiador que cierras en una habitación de tamaño medio, puedes conseguir un ahorro de entre un 8% y un 15% en tu consumo de calefacción.
¿Debo purgar los radiadores aunque los tenga cerrados?
▼Sí. Es recomendable purgar todos los radiadores del circuito al inicio de la temporada de calefacción, incluso los que planeas mantener cerrados. Así te aseguras de que, si algún día necesitas abrirlo, funcionará con la máxima eficiencia.