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Gestión del ahorro energético 15 de junio de 2025

Ahorro energético en verano: ¡mantén a raya tu factura!

Redacción Redacción
Última actualización Actualización: 15 de junio de 2025
En pocas palabras

Llega el verano, el calor aprieta y el aire acondicionado se convierte en tu mejor amigo… ¡hasta que llega la factura de la luz! El ahorro energético en hogares en verano es un reto, pero también una gran oportunidad. En esta guía, te cuento trucos y estrategias específicas para mantener tu casa fresca sin que tu bolsillo se derrita. Y cómo mi asesoramiento te ayuda a lograrlo.

¿Por qué se dispara el consumo energético en verano (y cómo frenarlo)?

El principal culpable del aumento del consumo energético en verano es, sin duda, la necesidad de refrigerar tu hogar. El aire acondicionado es un gran consumidor de electricidad, pero no es el único. El mayor uso de frigoríficos y congeladores, y a veces, el cambio en tus horarios y hábitos, también influyen.

Entender qué es el ahorro energético en este contexto estival significa aplicar medidas inteligentes para combatir el calor de forma eficiente. No se trata de pasar calor, sino de no derrochar energía ni dinero innecesariamente.

Estrategias clave para el ahorro energético en tu hogar este verano

Mantener una temperatura agradable en casa durante el verano sin arruinarse es posible. Aquí te presento las áreas donde puedes actuar y los consejos más efectivos.

Uso inteligente del aire acondicionado: tu mayor aliado

El aire acondicionado es una maravilla, pero hay que usarlo con cabeza para que no sea una sangría económica. Unos simples ajustes pueden marcar una gran diferencia:

  • Temperatura ideal: no bajes el termostato a lo loco. Una temperatura de confort suele estar entre los 24ºC y 26ºC. Por cada grado que bajes, el consumo puede aumentar entre un 7% y un 8%.
  • Mantenimiento al día: limpia los filtros del aire acondicionado regularmente. Unos filtros sucios obligan al aparato a trabajar más y consumir más. Un buen mantenimiento de tus equipos es crucial.
  • Modo Eco o Noche: muchos aparatos tienen modos de funcionamiento más eficientes. Úsalos, especialmente por a la hora de dormir.
  • Ventila a primera hora: aprovecha el frescor de la mañana para ventilar la casa. Luego, cierra ventanas y baja persianas en las horas de más calor.

Si estás pensando en instalar o renovar tu aire, es fundamental elegir un modelo eficiente con una buena calificación energética.

Aislamiento y protección solar: evita que el calor entre en casa

La mejor forma de no gastar en enfriar es evitar que tu casa se caliente en exceso. Un buen aislamiento y una correcta protección solar son tus grandes aliados aquí, especialmente si vives en una casa unifamiliar con más superficie expuesta.

  • Toldos, persianas y cortinas: úsalos estratégicamente en las ventanas donde da el sol directamente, especialmente en las horas centrales del día. Pueden reducir la entrada de calor hasta en un 30%.
  • Ventanas eficientes: si tus ventanas son antiguas o de mala calidad, considera cambiarlas por unas con doble acristalamiento y rotura de puente térmico.
  • Aislamiento de paredes y techos: aunque es una inversión mayor, un buen aislamiento reduce drásticamente la necesidad de refrigeración.
  • Plantas y vegetación: si tienes jardín o balcón, las plantas y enredaderas pueden ayudar a sombrear y refrescar el ambiente.

Ventilación natural y ventiladores: alternativas frescas y económicas

No siempre es necesario encender el aire acondicionado. A veces, una buena ventilación o un ventilador son suficientes para estar a gusto, y consumen muchísima menos energía.

  • Ventilación cruzada: si es posible, abre ventanas en lados opuestos de la casa para crear corrientes de aire, especialmente por la noche o a primera hora de la mañana.
  • Ventiladores de techo o de pie: mueven el aire y generan una sensación de frescor muy agradable con un consumo energético mínimo. Combinados con el aire acondicionado a una temperatura más alta, pueden ser muy efectivos.

Electrodomésticos: úsalos de forma inteligente para no generar más calor

Algunos electrodomésticos generan mucho calor al funcionar, lo que obliga a tu aire acondicionado a trabajar más. Intenta optimizar su uso en verano:

  • Horno y vitrocerámica: intenta usarlos en las horas más frescas del día u opta por comidas frías o que requieran menos cocción. Si usas el horno, evita abrirlo innecesariamente.
  • Lavadora y lavavajillas: úsalos con carga completa y, si es posible, en programas eco y durante las horas de tarifa eléctrica más barata si tienes discriminación horaria.
  • Frigorífico: asegúrate de que cierra bien, no metas alimentos calientes y mantenlo alejado de fuentes de calor. Límpialo por detrás para que el motor respire.

Nuestra opinión experta

La forma en que usas tus electrodomésticos en verano puede influir mucho en el calor que se genera en casa. No se trata de dejar de usarlos, sino de hacerlo con un poco de cabeza: cocinar en las horas más frescas, aprovechar las cargas completas de lavadora y lavavajillas, y mimar un poco a tu frigorífico son gestos sencillos con un gran impacto. Si quieres que analice contigo tus hábitos con los electrodomésticos y busque más trucos para reducir su impacto en tu factura de verano, no dudes en contactarme. A veces, pequeños cambios traen grandes ahorros.

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Iluminación: aprovecha la luz natural y usa LED

En verano, el sol te regala muchas horas de luz, ¡y eso tienes que aprovecharlo al máximo en casa! Una buena gestión de la iluminación natural no solo te ahorra electricidad: también te ayuda a mantener un ambiente más agradable y menos cargado. Y cuando necesites luz artificial, la elección de las bombillas es clave, especialmente en los meses de calor.

Aquí te doy algunos trucos para que la iluminación sea tu aliada en el ahorro energético este verano:

  • Deja que entre el sol: durante las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando el sol no es tan intenso, sube persianas y abre cortinas para inundar tu casa de luz natural. Esto reduce la necesidad de encender luces artificiales. Sin embargo, en las horas centrales del día es mejor proteger las ventanas para evitar el efecto invernadero.
  • Colores claros en paredes y decoración: las superficies claras reflejan mejor la luz, tanto natural como artificial. Esto hace que los espacios parezcan más luminosos y necesites menos puntos de luz encendidos o bombillas de menor potencia.
  • Pásate al LED: si todavía tienes bombillas incandescentes o halógenas, ¡es el momento de decirles adiós! Consumen hasta un 80-90% más de electricidad. Y un punto muy importante para el verano: generan muchísimo menos calor. Las bombillas tradicionales son como pequeñas estufas, ¡y eso es lo último que necesitas cuando hace calor!
  • Elige la potencia y el tono de luz adecuados: no todas las estancias necesitan la misma cantidad de luz. Usa bombillas de menor potencia en pasillos o zonas de paso. En cuanto al tono, las luces cálidas amarillentas suelen ser más acogedoras, mientras que las frías azuladas pueden dar una sensación de mayor luminosidad, pero también pueden ser menos confortables para algunos ambientes.
  • Luz dirigida y sensores de presencia: utiliza lámparas de lectura o flexos para iluminar zonas concretas cuando lo necesites, en lugar de encender la luz general de toda la habitación. En zonas de paso como pasillos, recibidores o incluso en el exterior, instalar sensores de presencia que enciendan la luz solo cuando alguien pasa es una forma muy eficaz de evitar olvidos y derroches.
En pocas palabras

Cada vatio que ahorras en iluminación no solo se nota en la factura, sino que también contribuye a un menor calentamiento de tu hogar en verano. Pequeños gestos con la luz pueden sumar un gran ahorro y confort.

¿Cómo calcular cuánto puedes ahorrar en verano?

Saber el impacto real de estas medidas en tu bolsillo es motivador. Aunque un cálculo exacto puede ser complejo, puedes hacer estimaciones. Revisa tus facturas de los meses de verano de años anteriores y compáralas con tu consumo actual una vez aplicados los cambios. No solo es el coste de la inversión, sino el beneficio a largo plazo.

¿Quieres un plan personalizado para el ahorro energético en tu hogar este verano? Cada casa es diferente, y lo que funciona para uno puede no ser lo ideal para otro. Analizo tu situación y te propongo las mejores estrategias para que disfrutes de un verano fresco y confortable sin que tus facturas se disparen.

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Preguntas frecuentes sobre ahorro energético en hogares en verano

¿Consumo más usar el aire acondicionado todo el día a baja potencia o encenderlo y apagarlo?

Si vas a estar en casa es más eficiente mantener una temperatura constante y moderada (24-26ºC) que encender el aire a tope durante un rato, apagarlo, y volverlo a encender cuando la casa se ha recalentado. Los picos de arranque consumen mucha energía.

¿Los ventiladores de techo ayudan a ahorrar energía en verano?

¡Sí, y mucho! Un ventilador de techo consume muy poca energía y puede hacer que la sensación térmica baje varios grados. Esto te permite usar el aire acondicionado a una temperatura más alta o incluso prescindir de él en días de calor moderado, logrando un ahorro considerable.

¿Qué es más eficiente en verano: un aire acondicionado portátil o uno de split?

Los aires acondicionados de tipo split son más eficientes y silenciosos que los portátiles.

¿Influye la orientación de mi casa en el ahorro energético en verano?

¡Muchísimo! Las estancias orientadas al sur y al oeste reciben mucho más sol y calor en verano, especialmente por la tarde. En estas habitaciones, es crucial utilizar una buena protección solar y considerar vidrios con control solar si vas a cambiar las ventanas. Una buena orientación y protección puede suponer un gran ahorro.