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Guías para el ahorro energético 12 de julio de 2025

Ahorro energético con la gestión del agua en casa

Redacción Redacción
Última actualización Actualización: 12 de julio de 2025
En pocas palabras

Cuando piensas en ahorrar energía, seguro que te vienen a la cabeza la luz o la calefacción. Pero, ¿sabías que tu grifo de la ducha puede ser uno de los mayores desagües de energía de tu casa? En esta guía te voy a explicar la conexión directa entre la gestión del agua y el ahorro energético en los hogares. No se trata solo de ecología, ¡se trata de bajar tu factura de luz o gas de una forma que quizás no habías considerado!

La conexión oculta: calentar agua consume muchísima energía

Este es el punto clave que tienes que entender: el agua que sale caliente por tus grifos no se calienta por arte de magia. Necesitas un termo eléctrico, un calentador de gas o una caldera que queme combustible o consuma electricidad para elevar su temperatura. ¡Calentar agua es uno de los mayores gastos energéticos de una vivienda!

Por lo tanto, la fórmula es muy sencilla: cada litro de agua caliente que no utilizas es una cantidad de energía que no necesitas consumir. Así que, todas las medidas para reducir el consumo de agua caliente se traducen directamente en un ahorro en tu factura. Vamos a ver dónde puedes actuar.

El campo de batalla del ahorro: el cuarto de baño

Aquí es donde se libra la principal batalla del agua caliente. Con unos pocos cambios de hábitos y alguna pequeña inversión, el ahorro puede ser enorme.

1. La ducha: más corta y más eficiente

Es el consejo más repetido, pero el más efectivo. Un baño completo puede consumir más de 150 litros de agua, mientras que una ducha de 5 minutos gasta unos 50-60 litros. La diferencia en energía para calentar toda esa agua es abismal.

  • Reduce el tiempo: intenta que tus duchas no superen los 5 minutos. ¡Ponte un cronómetro o tu canción favorita como referencia!
  • Cierra el grifo: mientras te enjabonas o te pones champú, cierra el grifo. Son minutos de agua caliente que te ahorras sin esfuerzo.

2. Instala reductores de caudal o perlizadores

Estos pequeños aparatos son magia pura y muy baratos. Se enroscan en la salida de los grifos y en la ducha y lo que hacen es mezclar el agua con aire. El resultado es que tienes la misma sensación de presión y caudal, pero en realidad estás gastando hasta un 50% menos de agua. Es una de las inversiones más rentables y sencillas que puedes hacer.

3. El truco del grifo monomando: siempre en frío

Si tienes grifos monomando (los de una sola palanca), crea el hábito de dejar la palanca siempre en la posición de frío al cerrarlo. Si la dejas en el medio, cada vez que lo abras para un uso rápido (lavarte las manos, enjuagar algo), estarás activando la caldera o el termo innecesariamente, aunque el agua caliente no llegue a salir. Es un pequeño gesto que evita muchos arranques inútiles del sistema.

La cocina: un punto de ahorro inesperado

En la cocina también puedes marcar la diferencia, sobre todo si tienes en cuenta que aquí se combina el uso de agua con los electrodomésticos.

  • Usa el lavavajillas, pero bien: ¿sabías que un lavavajillas moderno y lleno consume mucha menos agua (y energía para calentarla) que fregar los mismos platos a mano? ¡Eso sí, úsalo siempre a carga completa y en programa ECO!
  • No enjuagues los platos antes de meterlos: los lavavajillas actuales son potentes. Con quitar los restos sólidos es suficiente. Enjuagarlos antes es un derroche de agua caliente.
  • Agua fría para lavar alimentos: para lavar frutas y verduras no necesitas agua caliente.

El uso de electrodomésticos es un pilar del ahorro. Para profundizar más, puedes leer nuestra guía sobre el ahorro energético con electrodomésticos eficientes.

No te olvides del cerebro de la operación: tu calentador

De nada sirve reducir el consumo si tu sistema para calentar agua es un derrochador. Asegúrate de que tu termo o caldera están optimizados:

  • Ajusta la temperatura: no necesitas que el agua salga ardiendo. Poner el termo o la caldera a unos 45-50ºC es más que suficiente para todos los usos y evita un gasto energético constante y superfluo.
  • Revisa el mantenimiento: un sistema con cal o que no funciona bien, consume más. Un buen mantenimiento del ahorro energético es crucial para que tus aparatos sigan siendo eficientes.
  • Aísla las tuberías: si las tuberías de agua caliente que van desde el calentador a los grifos están a la vista, puedes aislarlas con coquillas de espuma. Así, el agua perderá menos calor en el trayecto.

¿Tu sistema de agua caliente es muy viejo?

Si tu termo o caldera tienen muchos años, es probable que sean muy poco eficientes. Valorar el cambio a un sistema moderno, como un termo de alta eficiencia o incluso la aerotermia, puede suponer un salto de gigante en tu ahorro. Si quieres un análisis de tu situación, llámanos y te asesoramos.

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Preguntas frecuentes sobre gestión del agua y ahorro de energía

¿Cuánto puedo ahorrar realmente reduciendo el consumo de agua caliente?

Bastante. Se estima que el Agua Caliente Sanitaria (ACS) puede suponer entre el 20% y el 40% del consumo energético total de un hogar. Aplicando las medidas de esta guía, puedes reducir fácilmente esa parte a la mitad, lo que se traduce en un ahorro total en tu factura energética de un 10-20% o más.

¿Los reductores de caudal son difíciles de instalar?

¡Para nada! Es una de las tareas de bricolaje más sencillas. Normalmente solo hay que desenroscar la boquilla del grifo o el flexo de la ducha, poner el reductor y volver a enroscar. No suelen necesitarse ni herramientas especiales en la mayoría de los casos.

¿Ahorrar agua fría también me ayuda a ahorrar energía en casa?

No directamente en tu factura de luz o gas, pero sí tiene un impacto. Para que el agua fría llegue a tu casa, se necesita energía para bombearla y tratarla. Por lo tanto, ahorrar agua, sea fría o caliente, siempre contribuye a un ahorro energético global y es un gesto importante para el impacto ambiental del ahorro energético.